No soy… no pertenezco

Borrar los rincones sobrios de mi cerebro, a veces se vuelve el único propósito de permanecer entre ellos, de otro modo, no pasaría de ser el niño extraño que no se comporta como quieren.
No entiendo porque un momento que no debería de presentar complejidad alguna, se vuelve tan aburrido y muy lejano a ser divertido. Porque no puede ser como en otras ocasiones, tan cómodo y confortante.

Permanecer a un lado del tumulto que se organiza de lo que han inaugurado como pista de baile, pero ¿no era bueno cualquier lugar para bailar?, no soy quien para cuestionarlo. Depender de una cerveza para el que delgado hilo de la camaradería no se rompa es tan improbable como el azar. No se como reaccionen ante mi presencia tan extraña para ellos, no bailo, no sonrío, no me presto mucho a sus juegos y eso puede significar una segura madriza para los que no me toleran.

Tratar de mezclarme entre los asistentes se vuelve inútil y a veces incomodo, terminar moviéndome como me desagrada, como borrego al tiempo que la canción de moda dice como debo de hacerlo, ¡no gracias¡.

No soy enemigo de bailar. Han pasado tantos raves en los que el alba sale y yo sigo meciendo aunque sea la cabeza al ritmo de Skazi, S.U.N. Project, Alien Project o quien se presente, no hay problema. No existen las reglas, no hay porque moverse todos de igual manera y eso a mi forma de ver, es lo mejor, ya que la música es la única forma de ser libre y no importa tampoco si lo haces con una pareja del sexo opuesto, tu escoges, solo o acompañado y ni quien te reprima.

Claro, todo esto no aplica para el lugar donde ahora dispongo de la segunda cerveza, donde para empezar las políticas impiden que todos los que quieren entrar, accedan. Que se le va a hacer, no es ni mi fiesta.

Una vez quiero integrarme, pero no da resultados. Veo entre la gente algunos que tienen largas melenas, incluso hay uno que se parece mucho a Phil Anselmo ex de Pantera, pero cual es mi sorpresa cuando veo que esta coreando la canción mas choteada de lo que llaman “música de banda”, que a decir verdad, no se como se llama y ni me interesa saberlo. Otro mas, pero esta vez, tiene una vestimenta como aquella que lucia la gente que acudía a los conciertos de The Clash, totalmente entallada de cintura para abajo, una camisetita con la leyenda de la banda y cabellos como si acabaran de anidar ratas ahí, pero no, me percato de que se la pasa muy divertido mientras baila el za-za-za… siéntame a la niña… siéntame a la niña… o lo que sea… ¡que fiasco¡ Las posibilidades de compatibilizar con alguien se agotan. Esta vez una niña muy raver, con pelos verdes, gafotas como si el sol quemara, pero este lugar es techado, la facha es igual que las tipas que había cuando vi por primera vez a Shiva Chandra, no debe haber falla. Me precipite demasiado pronto, si baila esa de “todos para abajo, todos para arriba”. Todo es muy confuso y eso que apenas llevo 3 cervezas.

¿Acaso me perdí en otro planeta? ¿Ya nadie es fiel a una sola convicción? ¿Soy el único que se siente fuera de lugar? Pareciera que esto también es resultado de la globalización, pero porque en casa de mi hermano Beto nunca hay falla, porque trato de socializar con otras personas y me siento que no pertenezco aquí. ¿Me estaré volviendo viejo?, ¿Qué debo hacer?, tal vez esta sea la razón de no tener novia en tanto tiempo. Ahora será mejor irme, pero la espina ahí quedara, siempre habrá otra oportunidad y ahora solo me queda aceptar la derrota y no porque entré ahí con el propósito de conquistar a alguien, tan solo quiero aliviar la carga de la jornada pasando un buen rato, pero, ¡¡¡ Perra sea ¡¡¡ soy demasiado complicado y hasta aquí comienzo a cuestionarme a mi y a todo… que sea mi esencia… no es mi culpa, el mundo me hizo así.