Por definición lo virtual es aquello que emula la realidad, que se asemeja mucho a ella o la suplanta.
En nuestros días es muy común que se asocie a la “realidad virtual” con las computadoras o cualquier cosa que tenga que ver con estas, pero dicha realidad tiene antecedentes de mucho tiempo atrás. Y es que en ocasiones la mente humana puede llegar a ser tan poderosa que traiciona incluso hasta su propio dueño. Por ejemplo la esquizofrenia es un padecimiento mental en el que se tienen alucinaciones haciendo que quien la sufre se encuentre siempre en una realidad diferente a la que perciben los individuos que no la tienen. En algunos casos se torna peligrosa dicha situación ya que quien la padece llega a realizar acciones que atentan contra la vida de alguien cercano inclusive hasta contra sí mismo, al grado de tener que ser tratado en alguna clínica especializada para controlar dichas alucinaciones o sobrellevar esa realidad en la que vive el paciente.
Pero no es necesario sufrir de ésta o alguna otra enfermedad para vivir una falsa realidad. Desde tiempos inmemorables el hombre se ha reunido como ser social para sobrevivir, reproducirse y morir; y el punto que tocaré se centrará en lo que implica el proceso que antecede muchas veces a la reproducción. El enamoramiento es un estado anímico maravilloso para cualquier ser humano, el problema es cuando una relación amorosa se vuelve insana o no reúne las mismas características o intenciones de las dos personas involucradas. En ocasiones una situación amorosa hace que la mente juegue y traicione de una manera demasiado hostil haciendo que se alucinen muchas situaciones desagradables como infidelidad, enamoramiento, ilusiones o cualquier tipo de acciones que son completamente falsas desencadenando muchas veces el rompimiento de la pareja y una resaca mental aún más fuerte.
Un tipo de realidad virtual distinta que es tan antigua como el hombre mismo es la que ofrecen las diferentes religiones alrededor del mundo, haciendo que aquellos que son seguidores realicen una serie de actos de fanatismo durante el transcurso de su estadía dentro del grupo ideológico al que pertenecen para obtener algún incentivo como la paz espiritual o el paraíso. Otro ejemplo es el que llevan a cabo y aún en la actualidad, algunas culturas prehispánicas en sus rituales sagrados, donde hacen uso de peyote, hongos y otros alucinógenos naturales para llegar a una catarsis que únicamente es posible usando dichas drogas. Pero también existe la versión transformada y mejorada de aquellos quienes llegan a esa “realidad” haciendo uso de substancias para incrementar el éxtasis derivado de una fiesta, una depresión o cualquier otra situación que se tome como pretexto para experimentar sensaciones y emociones que están completamente fuera del contexto normal saltando a una nueva realidad virtual que no precisamente se deriva por alguna computadora.
jueves, abril 27, 2006
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