martes, marzo 28, 2006

Confesión

Indudablemente la lección mas dura que he recibido en mi corta e inexperta vida.

Perder lo que más se quiere y ama es algo para lo que jamás se esta preparado. Apenas un día antes habíamos tenido un día de esos que sólo en las películas se ven y después todo se volvió negro y sin sabor, todo porque… cometer el peor error de todos y decirle puras calumnias a quien menos debí sin contemplar ni un pequeño instante lo idiota de mi acción.

Los días han sido sumamente duros recibiendo malos tratos, feos gestos, fría indiferencia y así, todo tipo de expresiones de amargura. Pero no creo que sea injustificada esa actitud, al contrario, es normal después de traicionar su confianza y estar coqueteando con su odio. Ahora que lo veo en muchas ocasiones jugué con sus sentimientos, juzgué cruelmente sus acciones y provoqué heridas que no sé si algún día cicatrizarán. Una tras otra, siempre la fastidié aunque en otros momentos le di trato de Princesa pretendiendo se volviera mi Reina.

Estar donde no debía estar, decir lo que no debí de decir, confundir lo que era obvio, tomar lo que no tenía que agarrar, mover lo que se debía quedar quieto, así… muchos errores cometí, pero los buenos tiempos son los que hacen que ahora me hable (aunque no igual que antes).

Regresar a un punto de partida ya es una falacia. ¿Cómo atreverme a pedir una oportunidad cuando solamente he sido un Cabrón? Solamente ella en su hermosa sabiduría sabe porque me mantiene aquí ya que para todo lo que hice me podría morir y sin siquiera importarle.

Lo dije y lo vuelvo a decir: esta es la lección más dura que me ha tenido la vida, juro que sí salgo de esta seré una persona sumamente fuerte, pero por mientras como esta doliendo. Todo se ha vuelto irrelevante para mí porque únicamente con ella las cosas parecían interesantes y emocionantes. No es que se volviera una dependencia, pero al pensar socialmente siempre nos desenvolvemos con uno o mas sujetos y ella, únicamente ella podía comprender muchas de mis idioteces y aciertos.

Me ha dicho tantas cosas antes y después de este problema, pero a veces soy tan tonto para comprender lo que me dice o simplemente se me olvida por momentos, puede que también sea la impotencia de mi inexperiencia. Aunque lo que nunca olvidare son los momentos hermosos que pasamos como el día que plantamos un árbol, la fiesta en casa de Maura, cuando traté de resolver el problema de su computadora, el gusto que le dio verme porque comenté que no iría ese día a la escuela, cuando fuimos por sus boletos para Depeche Mode, cuando la acompañé a que se cortará el cabello y así… muchos instantes que aunque tal vez ni un beso hubo, fueron y serán atesorados por mí para siempre hasta que me abandone el ultimo aliento de vida.

Las cosas serían muy sencillas sí fuera otra persona ya que en otras ocasiones me he rodeado de gente que me enseño algo y hasta dejó huella en mi, pero se alejan ya sea porque el camino de la vida así lo marcó o por un mal entendido, aunque en su momento no fue fácil separarme de esas personas los hechos y las circunstancias eran distintas y a final de cuentas la separación era lo mejor y ya… no hice nada por evitarlo porque simplemente ya no me importaban esas personas. Aunque no quiero llegar a las inevitables e incomodas comparaciones esta niña es distinta, asombrosa y fascinante; y jamás tendría un argumento para hablar mal de ella así como de terminar de pagarle a la vida por hacer que se cruzara en mi camino y eso… jamás lo había llegado a pensar por nadie.

Es indudable que extraño sus besos, caricias, palabras de aliento y más cosas que sólo yo y ella sabemos pero ahora la realidad es otra: que todo eso ya no esta ni estará, ya que alguna vez me menciono que yo solo cavé mi propia tumba. Debo vivir ya con eso y apegarme a la fea realidad de volver a caminar mi sendero solo. Mi manzanita era y es muchas cosas para mí, no es solamente días bellos, hermosos detalles, palabras hermosas, alguna canción triste o alegre, ya sea inventada o que haya escuchado por ahí… ella es más que eso… mucho más.

Con todo esto no intento exonerarme de culpas o tratar de que olvide, mi única intención es desahogar mi dolor y confesarme de idiota por lastimar al ángel más hermoso del cielo. Espero la oscuridad que siento en el camino algún día se ilumine un poco y seguir aprendiendo de esto que ya mencione… es la lección más perra de todas.

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