Películas que marcaron la historia I - Citizen Kane [1941]

Una cinta bastante atrevida, exitosa y quizá adelantada a su época. Esa audacia reside en el argumento que se plantea a lo largo del filme, debido al tema abordado y a la combinación lograda entre los recursos narrativos y las técnicas empleadas.

En el papel, la historia se podría leer sencilla ya que todo gira alrededor de la muerte del multimillonario Charles Foster Kane quien es dueño de gran parte de los diarios de Estados Unidos durante la década de los 40´s. En el lecho de su muerte, las últimas palabras pronunciadas por Kane son “Rosebud” motivo por el cual un periodista se da a la tarea de investigar el significado de esa frase, eso lo lleva a entrevistar una serie de personajes involucrados en la vida de Kane y que poco a poco irán develando fragmentos que mostrarán el sentido que le daba aquél tipo que de un humilde pueblerino se convirtió en uno de los hombres más influyentes y poderosos de la unión americana.

Uno de los elementos que vuelve a ésta película imprescindible para los cinéfilos que no se conforman con cualquier éxito hollywoodense, es la manera en que abiertamente se exhibe a los medios de comunicación como instrumentos manipuladores de la opinión pública, ubicándola en el contexto de cualquier referencia mediática. Por otra parte la narrativa inteligentemente desarrollada en el argumento, es parteaguas para aquellas historias que se cuentan desde el final y que poco a poco van desenmarañando los acontecimientos ya sabidos por el espectador sin que éste pierda la expectativa, marca una pauta para hacer cine de un modo distinto y bien realizado.

Asimismo el magnífico uso de la fotografía en conjunción con la excelente banda sonora de la película y las tomas de cámara, envuelven al público en esos matices sentimentales desarrollados por Orson Wells en su actuación la cual muestra a un Kane atrapado entre un niño de origen humilde pero muy ambicioso, y un hombre insaciablemente poderoso pero temeroso de la soledad que provoca el rechazo y el desamor. Indudablemente una de las cintas que se colocaron en la cúspide de la Meca del cine por sí misma, sin importar que las mieles de las multipremiadas por la academia le fueran negadas parcialmente, demostrando así de la misma manera como en el argumento mismo de Citizen Kane, que los medios de comunicación no deben de ser concebidos como sinónimo de veracidad.