jueves, julio 07, 2005

Yo ya no quiero ser roquero

Aparentemente, ser roquero debería significar una sola cosa: todo aquel que disfruta del rock. Pero el tema no es así de simple, porque aunque hay músicos que tocan rock, no todos los que se dicen rockeros lo son. Luego están los fans de la música rock, pero ahí también hay muchas diferencias. Por ejemplo, un metalero de la vieja guardia no va a aceptar jamás que Radiohead es rock; un intelectual de morralito nunca va a aceptar que el rock posterior a 1975 todavía es rock; un devoto de Sepultura no le tiene el más mínimo respeto a Eric Clapton… y así sucesivamente.

Pero más allá de tendencias, gustos y edades, están los que son “bien rockeros”. Esos que por lo general no alcanzan a distinguir entre el rock y el rock & roll, ya no digamos entre los pantalones de cuero y estoperoles y los de imitación de cuero que usan las señoras “modernas”. Para ellos, con la actitud basta y sobra, pero ésta es resultado de cualquier cosa que entiendan por rock. ¿Ejemplos? Casi todos los exTimbiriche. Quizás influidos porque sus manejadores eran “más” rockeros, muchos siguen siendo estrellas pop con conflicto de identidad:

Thalía en uno de sus videos hasta toca una guitarra Gibson rockerisíma y porta su reglamentario atuendo de cuero.

Paulina Rubio canta “I Was Made for Lovin´ You”, de Kiss, con tanta actitud como la versión discorockera original.

Saúl Hernández , que, entre otras cosas, estuvo a punto de convertirse en el primer mártir roquero de nuestra maltratada escena.

También está Shakira, que le gana a todos los glamrockeros (Poison, Cinderella, Bon Jovi, etc.) con el video de su tema “Underweath your Clothes”.

Alejandra Guzmán no sólo es roquera por herencia. Es la “más” roquera. Lo único que no entiendo es dónde está lo roquero de combinar el peinado de albañil devora-partidos de fútbol, fan de las novelas baratas para adultos; y usar pantalones de falsa piel de leopardo, tops retro, botines de aguja y tendencias nudistas.

Lenny Kravitz, iba por el buen camino de la psicodelia y de repente se cortó el pelo y se volvió “más rockero que Hendrix”.

César Costa, Angélica María, Enrique Guzmán y los demás sobrevivientes de “la época dorada del rock & roll”. Niños, el pasado no lo es todo.

Rolling Stone la revista roquera por excelencia no ha desperdiciado un solo año para perder sus raíces y aplaudir a cuanto artistas pop se aparece por ahí (basta echar un vistazo a las cuatro distintas portadas que le dieron a los “rockeros” de N´SYNC, Shakira, Britney Spears, Jaguares).

Los publicistas mexicanos que no pierden la oportunidad de hacer un comercial con niños de pelos parados (que son más bien punk) y ropa que parece muestrario de pinturas (que era más bien new wave), o de “conciertos de rock” o de “cuates reventadísimos”.

Carlos Salinas de Gortari, Cuando era el presidente electo, un amigo me dijo que era “bien rockero” y que ya vería yo que cuando fuera presidente iba a empezar a haber conciertos. Bueno, esto resultó cierto, así que a lo mejor si era, ya que lo unico que paso en el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, fue que su vástago hecho a los de U2 del país, por su fanfarrona y prepotente actitud.

Britney Spears. ¿Alguien puede explicarme por qué la Reina del Pop canta “I Love Rock & Roll”?

Bryan Adams (a veces). No sólo sigue engañando a la gente con baladas “bien rockeras”, sino que, lo peor, él se sigue creyendo rockero.


En cualquier canal de televisión basta poner al Tri las cortinillas para comenzar el headbanging. Chela Lora. No canta, no baila, no toca ningún instrumento; ah, pero sobre el escenario es más roquera.

Cristian Castro. No deja pasar oportunidad para lucir las camisetas metaleras que su staff le compra en las tiendas de Los Ángeles.


Eduardo Palomo y Demián Bichir durante los quince minutos que les tomó grabar sus discos “bien rockeros”.

Los microbuseros, que aunque la cumbia del momento suene a todo lo que da por sus bocinas, qué sería de un microbús sin sus cortinillas traseras de Jim Morrison y Robert Smith.

El Hard Rock Café. Sin comentarios.

Los Tres Tenores. Hace tiempo vi en la tele una entrevista con ellas. De pronto afirman que son bien rockeros. La periodista les pregunta que cómo quién les gusta y después de una larga retahíla de “mm… ah... este”, a Carreras se le ocurre decir: “Bruce Springsteen”, y los demás dicen: “Claro, claro”.

José Agustín y Jordi Soler. Para ellos, más que un gusto, el rock es “una forma de vida”.

Javier Solórzano, que el otro día dijo después de escuchar un fragmento de “Losing My Religión”, “Esto es lo mero mero del unplush”.

Los “in” de La Condesa. Aprenderás, que el “pank” (antes punk) es lo de hoy para conquistar quinceañeras calenturientas.

Belinda, un bomboncito rockero poniendo en alto a Mèxico junto con Moderatto.
En fin… los ejemplos podrían no acabar, por lo tanto, después de ver la prostituta en que se ha convertido el rock, llego a la conclusión de que… yo ya no quiero ser rockero ¡


(Dedicado a las estaciones de radio payoleras, pseudo-revistas “especializadas”, MTV y Telehit por hacer esto posible)

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